Suponía
que estaría siempre
Como
sombra hundida
En
el agua de los días.
Suponía
que el cuerpo en que a diario muero
Estaría
guardado por las horas transparentes
De
las noches.
No
fue así ni será nunca más, parece,
El
parpadeo ajeno a la presencia
De
los altos muros y de los laberintos
Con
Ariadna muerta de miedo en mis venas.
Ahora
en el ojo estallará el reloj de los horarios
Sacrificiales
Y los bolsillos se llenarán con dedos
Ávidos
de limpiar la pesadilla.
Ahora
se ha vuelto realidad el presente horrendo
Que acumula
a diario nuevos sueños
Y los devuelve
Putrefactos
en los bodegones
De la desesperanza hasta
el derrame.
Hasta
quedar con la boca llena de tristeza.
Ese "con Ariadna muerta de miedo en mis venas" es tremendo. Muy hermoso tu poema, Bocanegra.
ResponderEliminarGracias por la música. Siempre me ha gustado este tema. Yo te propongo que escuches también la versión de Eric Clapton. Impactante:
http://www.youtube.com/watch?v=UQlFOX0YKlQ
Un abrazo
Gracias, Blanca, por tus palabras y por la recomendación que me haces. Ya escucharé esa versión de Eric Clapton.
ResponderEliminarUn abrazo