En una tarde de hace tantos años, cuando me amistaba de manera tribal, cuando beber cerveza y fumar eran rituales necesarios en sábado o domingo; recuerdo cómo, después de cinco o seis Estrellitas, me vino el rayo de expresar en un relámpago esta idea antisocrática:
"Siento que lo sé todo, pero no sé cómo decirlo"
Fue Polo, o el Chino Liendres, quien reaccionó diciendo:
"Cuando lo sepas todo, Negriño, me avisas"
Hoy, después de tantos años, ya sin amistades como las de aquellas tardes de sábado o domingo, con el cansancio que da el leer una tesis doctoral por varias horas en pantalla electrónica, una tesis sobre decolonialismo en literaturas periféricas, hoy, pienso y me acuerdo de aquel rayo en aquella tarde; ahora, ya sin Estrellitas dentro, sólo con dos tazas de café al fondo, suelto en un murmullo esta leve idea para mi sombra:
"Nada me emociona tanto como este silencio en el que juego a pensar en historias que nunca terminaré de contar"
Masajeo suavemente los párpados y continúo leyendo la tesis doctoral...