que hubieran sido diez años
mejor que trece
diez años y colocar el dato de las quinientas entradas para este blog
de instantes
de ensueños
de dudas
de exploraciones sin brújula y sin nadie
el plan es llegar hasta los mil y un instantes
y apagar la luz y cerrar la puerta
y desaparecer como en la muerte misma
mil y un instantes que habrán de cumplirse
como en una década más
o menos
o nunca
pero no en un mes ni en una semana
y mucho menos en un año
no hay prisa para soñar la exploración
ni relojes para asegurar la hora y el minuto en que aconteció lo inesperado
lo imprevisto:
una figura en el día
una palabra que creí olvidada
un rostro hermoso que jamás volverá a estar ante mis ojos
a ver en qué acaba todo esto
y cómo
y cuándo
a ver quién más se disuelve en este silencio
en esta hora cuando todos gritan
y pocos bailan
y nadie está para dibujar una gota de agua
en estos desiertos de amor y desesperanza