Hay días
en que Vallejo suena
pre-ci-sa-mente
al
lado de mi oreja izquierda,
y
Jamis, Fayad Jamis salta
sobre
un pie y manotea encima de
es-pe-sos
char-cos sincielo.
Es otro
el ritmo otro el silabeo
y un
sonido de voz
quesequeda
en medio
de
una pa-la-bra
de una
calle en que se atropella
en-que-un-ojo
cierra
y no
hay otra puerta para entrar a
re-fu-giar-se.
Hoy
fue un día de Vallejo
un
día de Fayad Jamis saltando
pero
con un ritmo todavía más
más
ajeno a todo lo que nunca ha sido
máslleno
de coágulos que detierra
o
que decalle en el ojo
y de
puerta que no apareció nunca para llenarla
de
refugio y de voz enmedio
del
sonido ya mejor ni qué…
Precioso día Vallejo :)
ResponderEliminarGracias, compañera de rutas poéticas.
ResponderEliminarUn abrazo
Siempre se agradece el ludismo, el tierno jugueteo de la palabra que une.
ResponderEliminarPor esa ruta va lo que escribo: por el ludismo que une hasta la ternura, en medio de una realidad social, la cual parece y aparece a veces tan violenta y aciaga.
ResponderEliminarUn abrazo
Además de escribir genial exploras posibilidades. Y como dicen por ahí arriba, lo lúdico siempre se agradece. Muy chulo y original.
ResponderEliminarbesote
Gracias, querida Miette. Aunque sea ya tan manido, no obstante lo diré: sin exploración ni riesgo en lo que se hace en los derroteros del arte, difícilmente llega a ser arte. Y a mí lo que me interesa hacer es arte, y no otra cosa.
ResponderEliminarAbrazos