Esa forma
de lo que iba de otro lado.
Cielo
crepuscular y horizonte hecho de altas carreteras.
Una
bicicleta roja pedaleando por lo bajo
hasta
saltar otras formas del venir
o
alcanzar tal vez mejor
el
cerca de unos ojos abiertos a lo lejos.
La risa
por el poco viento y las manos
llenas
de otro cielo.
Al poco
tiempo la verdad que se imponía.
Esa forma
que desapareciendo
caía
despacio entre las pestañas.
Hasta
muy lejos.
Y ni una nube que acercara
el
cuerpo de la lluvia, el cuerpo de la noche
o el
frío abismo de los pensamientos.
Tus palabras parecen una tormenta de verano :) Preciosa música! Abrazos!
ResponderEliminarRefrescante y nostálgico justo como me gusta.Siempre me sorprende tu capacidad para crear constantemente de forma tan hermosa.
ResponderEliminarGracias a ambas. Tormenta y frescor, y con todo el cielo para los ojos, con toda la música para beber el tiempo.
ResponderEliminarAbrazos