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martes, 19 de junio de 2012

Siempre irrepetible







La misma palabra estaba para ocasión y uso de lo de siempre.

Como aire o viento en diversas zonas, ayuntadas por el hacerse voz y cuerda.

La certeza de mirar, la emoción de tocar y el ruido áspero borrándose.


Dijo la palabra una y tantas veces lo que desde siempre fue distinto.

Distinción aparte era el tono, la altura, el ritmo en que se decía.

Hasta el érase una vez sonaba único: irrepetible.



No había espacio

quería sonar como a eco de palabras sueltas como a sensaciones que se intensifican y  desaparecen  en el infinito tiempo no había espacio ni...