No sabía
escupir
Nunca
supo escupir
Murió
sin escupir.
Pensaba
en la realidad, y la realidad se hacía otra.
A veces
una cuerda hecha con hebras de luz y ceniza.
Un pensamiento
frío de madrugada.
¿Morir
en la ausencia de música?
Imposible.
Desbaratarse al llegar la lluvia
O dar
la espalda en el espejo y romperse
Como
ola, romperse
Como
vidrio, romperse.
Eso es
todo.
Romperse.
Poner
el cuerpo y ver
la
sombra que huye
despavorida
en la noche.
¿Poner
el corazón en los labios?
¿La boca
entera en el beso?
Caída
de piedras, tal vez, el beso
la boca
entera y el derrumbamiento
el
derrumbamiento…
Poner
el sueño y mirar
la vida
que se hace
enteramente
de imposibles.
Un instante
Una hora
Dos horas
Una mañana
Una tarde
Una noche
El día
entero
Hasta
que el aliento se pierde.
Me ha encantado. A veces siento que me derrumbo pero cuando te leo me levanto..de nuevo!
ResponderEliminarSaludos
Gracias, querida Miette. Saber eso que me dices, es suficiente para continuar haciendo estos cuerpos de palabras, acompañados con música y pinturas variopintas.
ResponderEliminarUn abrazo