una grieta se abrió
dolorosamente en mi espalda
y no dejó que los sueños vivieran
ni que los pensamientos nacieran
dentro de este cuerpo
estrellado
agrietado
astillado
fueron estallamientos
en la piel
en los huesos
en los párpados
en la sombra de estas manos
fue una tormenta de dolor
que ahogó por horas
por días
por tiempo indefinido
en mi existencia
rota como un vidrio
en la nada
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Gracias por asomarte a este blog de instantes