Quería
probar la existencia del Ave Fénix.
Quería
descubrir cómo sería
Estar
sin nadie al otro lado de la puerta.
Fue un
juego el borrar nombres
Cambiar
horarios
Salir
sin las obligadas formas de identidad.
Fue un juego.
Después toda la infelicidad estaba en la piel.
Después
ya no hubo nadie adentro de casa
Nadie
que le recordara esto y aquello otro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por asomarte a este blog de instantes