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martes, 6 de diciembre de 2022

Un viaje sin fin




Era quien manejaba en una carretera blanca, custodiada por interminables hileras de pinos en la densa oscuridad de la madrugada. La música era de Bohren & Der Club of Gore; la obra era Nightwolf.

Ni una voz que orientara el rumbo; sólo destellos de vez en vez que raspaban la nitidez de la imagen. Era un lugar desconocido para mí; no para quien manejaba el automóvil.

La  música y el paisaje desolador, arrumbados por el saxofón y el piano eléctrico, dirigían los murmullos que en mi pensamiento ocurrían. 

Parecía un viaje sin fin, sin objetivo. Un viaje al fondo de la madrugada.

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