Es en
el otro que nacen ciertas historias. Aparecen de pronto, como en la piel de ese
otro cuerpo, la sensación de lo que llegará a ser calle, y voces que dicen lo
que no es apuntable, porque de hacerlo así, es probable que se le vaya todo el
encanto de los ruidos arrastrando tantas cosas
(((
para la imagen de esa verdad que
surge tan de repente.
Y así, como una nube limpia de
carbones, llega en el otro la idea del corazón en las galletas chinas
(((
esto que sigue no es del otro necesariamente, sino de alguien que se aferra a untarse
en los labios de un instante:
Para
quien suele acomodarse bastante bien a los anticipos, o mejor, para quien le angustia
verse de pronto en situaciones que no llegaron acompañadas por causas precisas,
saber que en el otro apareció la idea del corazón en galletas chinas, puede que
le ocurra una herida. Nada extraño que esto le suceda, pues nunca los
accidentes terminan siendo inútiles; por el contrario, después de ellos aparece
una cierta lección, y con ésta se alcanza a apreciar todo lo útil que produjo
el accidente.
De nuevo
en la piel del otro, éste abre la cajita de cartón en que ha venido guardando
los pensamientos que alguien puso en el corazón de las galletas chinas, y
entonces hace con tales pensamientos un juego de escalera dadaista.
You are a true romantic
You are guided by silent love
and friendship around you
You are able to do what others
say can´t do
If a man has common sense, he
has all the sense there is
Ve la
escalera de batientes largos y separados por meses. Cada mes es cuando se le
viene el antojo de comer comida china, y cada mes recibe una galleta y adentro
de ella un pensamiento, que acaba siempre en el silencio de la pequeña caja de
cartón.
Después
de mirar esto, el otro abre la otra caja y asoma el pensamiento a las redes del otro
mundo. Oprime la tecla y sale un icono. Escribe la frase y en un instante
aparecen diversas opciones.
Diversos lenguajes.
Diversas posibilidades.
Ejecuta.
Surge la imagen del hipertexto en que el otro parpadea un instante. Cierra los ojos y
vuelve a experimentar el estornudo que desató la lluvia dorada en su noche
aquella. Huele la tierra de la calle a oscuras. Resiente el temblor de los
labios de ella sobre su espalda. Y la tristeza, nuevamente, encerrando la
cara, mientras el otro mira el fondo en que el hipertexto pronuncia multiplicidades.
Cómo fluyes, amigo. Me gusta como tus palabras me enredan y me llevan, y lo me mejor de todo: me sorprendes!!!
ResponderEliminarPor cierto, te impostaría hacerme un favor? podrías observar las fotos de Lise Sarfati y decirme que te sugieren? me interesa tu opinión, además, como podrás comprobar, el escenario te es cercano. Dime por favor.
Mil gracias, por todo.
"Keep Austin weird" dice la voz de una tradición austiniana, o sea, "atemporal". De acuerdo con esto, y tras ver las fotos de Sarfati, te digo que en muchas de ellas se coloca una cierta imagen de los escenarios de Austin, con sus personajes -sobre todo mujeres jóvenes- dentro de una cotidianidad permeada por el ser investido en el "odd", o sea, con un cierto "valemadrismo" significando "soy interesante", "estoy al margen de un cierto lugar común y con un tiempo que corre a otra velocidad". Y sí, querida Miette, te diría que en Austin corren diversos tiempos, porque diversos son los personajes y las escenografías existentes.
ResponderEliminarFinalmente, muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo.