No había espacio para el no
Ni tiempo para soltarlo de repente.
Demasiado mundo estaba oyendo
El rumor de los cuerpos en la superficie
Demasiado cielo se iba oscureciendo
Para detener la tormenta
que sin falta alcanzaría a cubrirlo todo.
Todo ocurre en un instante, aunque no lo comprendamos todo, incluyendo el instante mismo. Bocanegra
¿a qué huele marte? ¿cómo será dormir en la luna? ¿qué ruidos, qué voces, qué ritmos sonarán en venus? acá la calle huele a sangre y dormi...
A veces no se puede detener la tormenta pero sí refugiarse :)
ResponderEliminarAbrazos.
En efecto. Hay que saber dirigirse a las zonas de refugio.
ResponderEliminarAbrazos