Ustedes no ven esto:
Abstracto dibujo de sombras en tinta blanca, delicuescentes, engañosas.
Electrónicas como han sido últimamente.
Ustedes cambian de andén, de domicilio.
Cambian de canal y de automóvil.
Pero no ven esto. Esto que es pasajero, y es un ruido
de muchos mundos en caída al límite de un recuerdo.
No es más que esto,
que se acomoda a todas las efímeras figuras que se mezclan
cual sinalefas entre porosos hiatos.
Esto que es como aquel poema electrónico de Varese.
Lo citaría íntegro, sabiendo de antemano lo inútil que es aferrrarse
a un seguimiento ininterrumpido de melodía y huella.
Huella en los labios, más que arena en un beso de chopán nocturno.
Ya se irá viendo si esto continúa
en una palma de mano que se atora, cansada por tanta ausencia
de sueños, y de aquello que se niega a parecer definitorio.
Como duele chocar con la realidad.
ResponderEliminarGracias, amiga. Efectivamente, duele mucho chocar con la realidad; pero es por esta clase de choques, que la poesía se hace presente como una necesidad, y como una respuesta que alivia o que aliviana a veces.
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