Ya parado
en la escalera de este mundo, con los ojos cubiertos, llenos de hilos
eléctricos, tiritando de ansias y de años arrastrados en el terror de las horas
negras, apareció la puerta de entrada
(((acá
el mundo tiene puertas para entrar y puertas para salir;
las puertas
de entrada y de salida están en casa,
pero
yo, el parado en la escalera del mundo
ha
extraviado el camino a casa)))
decía:
apareció la puerta de entrada, y entré.
Ahora lo que sigue es esperar y aprender
a vivir de este otro lado del mundo, y de la puerta.
Cuánto sentido hay en la declaración del vacío, de la imposibilidad, en la poética de la desilución. Me siento llena, después de leerte. Gracias.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, querida mía.
ResponderEliminarUn abrazo