las huellas de los otros en el pensamiento:
presencias irresistibles a la ausencia de certezas:
otros pensarían que eran signos
pero signos de qué
un volado de moneda basura
que caía en el antemano de una disyunción binaria
signo de qué
una consigna en los muros de la noche
sangre de un pasado agonizante
que al amanecer palpaba el agua sucia
del presente amenazado
signos de qué
esperanza congelada en los ventanales de las calles
sin sol para dormir satisfechos con la llegada de la luna.
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Gracias por asomarte a este blog de instantes