Buscar este blog

miércoles, 25 de abril de 2012

Una carta del tío Julio


Me ha llegado una carta del  tío Julio. Dice que se le ha muerto el coraje de salir vestido con las ropas de la elegancia de otros tiempos. “Salir se me ha vuelto innecesario, Martín. Por el contrario, entrar en los maravillosos laberintos de la internet se me ha vuelto una obsesión. No tengo ya necesidad de ir al teatro y de estar mostrando mis debilidades y el desquiciamiento que me ha nacido desde que murió Leonora (su hermana ballerina, la menor de todos los hermanos de mi padre, quien fue víctima de un secuestro y, posteriormente, ejecutada con saña y tirada en una bolsa negra)”. Me cuenta que ya no habla con Hilda, su mujer de mucho años, a quien visitaba todos los domingos en su departamento de la Colonia Americana, para tratar distintos asuntos de interés mutuo. “Se me han muerto las palabras”, ha escrito el tío, “y ya no tengo la fortaleza para seguir mintiendo. En mi cabeza las puertas en que se accedía a los paisajes y a los escenarios del amor se han caído ya de viejas. Mis manos tiemblan y el mirar ha perdido la plenitud de las transparencias en el mundo. Mundo más cruel y sanguinario que nunca, el de acá donde estoy muriendo”. 


Después de todo lo dicho, el tío Julio me ha llevado a ver y escuchar lo siguiente:





Debajo del link, en lugar de palabras, reventó el fragmento con un bombazo de manchas realizadas mediante pinceles electrónicos, y al final de esta explosión caósmica liberada sobre la poética del manchismo y el garabato, terminó el tío Julio avisándome que, tras de su muerte: “que será en pocos meses”, vaya a Guadalajara a reclamar lo que me ha dejado en carta testamentaria. 

Su despedida, como todas sus despedidas, está llena de ternura.





PD. Cuando más solo me he sentido, más cierta ha sido la experiencia de encontrarme en los infinitos poros del vacío. Ojalá que cuando escribes todas esas locuras en el Instantario, experimentes realmente el caos que precede a toda creación. Si esto no te sucede, entonces lo mejor sería que te dedicaras al no hacer de los taoistas.


Hasta pronto,

el tío Julio

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por asomarte a este blog de instantes

No había espacio

quería sonar como a eco de palabras sueltas como a sensaciones que se intensifican y  desaparecen  en el infinito tiempo no había espacio ni...