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martes, 3 de abril de 2012

Antes y después de Ofelia



Cerramos los ojos y escuchamos la música concreta de Pierre Henry.







La sesión ocurrió de madrugada. Fue en agosto del año 2006. Estábamos en el departamento de  Horacio Bustos. Él era el experto en música concreta. Todo lo había dispuesto de una manera muy sugerente. Toda la sala estaba a media luz y nosotros estábamos tirados en tapetes que, aunque no eran persas, ayudaron a mantenernos quietos y concentrados en cada uno de los ciclos sonoros.
            Lucrecia se acercó a Julio y le murmuró algunas cosas al oído. Éste reaccionó con otros comentarios. Héctor se levantó y fue al sanitario. Mientras tanto, Horacio y su compañera Ofelia estaban manipulando los aparatos y proyectando imágenes en el cielo raso y en los otros muros. Después de haber escuchado a Pierre Henry, comenzó a sonar Schaeffer.



            Me ha comunicado Horacio Bustos que en la última sesión se sumaron otras propuestas estéticas.

            A la música y a la actuación de textos poéticos –escribió Horacio en un e-mail-, se han sumado danzas y pintura aleatoria, así como diálogos que versan en torno a la vida y el mundo de los sueños.
            Por otra parte, debo decirte que Ofelia se ha largado a Brasil. Me ha dejado con Equistrá [el hijo de 13 años]  y Amaranta [de nueve]  . Ha preferido el mar de allá y las manos y el pensamiento de Sebastiao, un arquitecto que trabaja para grandes compañías internacionales. Tengo, entonces, casi dos años sin saber más nada de Ofelia.
            Pero esto no es lo grave, Bocanegra, lo grave es que me han echado como un perro del departamento de música y estoy como quien dice con los últimos pesos en el cajón de los ahorros. Te cuento todo esto por si sabes de alguien –conocidos tuyos de Austin- que esté interesado en comprar algunos cuadros de Campos Cabello o de Fernando de la Mora, algunos acetatos (tengo precisamente música de Julián Carrillo y de otros compositores mexicanos) o manuscritos de nuestro poeta maldito  Enrique Macías.


Te hago llegar una muestra del trabajo de Campos Cabello y de Fernando de la Mora para que lo dejes ver entre las gentes de allá.




Esto es de Fernando de la Mora.



Esto es de Campos Cabello



Saludos desde este rincón de Guadalajara, Jal.

3 comentarios:

  1. Interesante corriente estética. La música siempre se guía por corrientes un poco ambiguas y rebeldes. Un abrazo más beethoveniano que wagneriano!!

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  2. Qué interesante todo, amigo!!
    besito

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  3. Gracias a ambas por su visita y por tan gentiles comentarios. Difícilmente la música estará afuera de mis pensamientos.

    Un abrazo a ambas

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