Cerramos los ojos y escuchamos la música concreta de Pierre Henry.
La sesión ocurrió de
madrugada. Fue en agosto del año 2006. Estábamos en el departamento de Horacio Bustos. Él era el experto en música concreta. Todo lo había
dispuesto de una manera muy sugerente. Toda la sala estaba a media luz y
nosotros estábamos tirados en tapetes que, aunque no eran persas, ayudaron a
mantenernos quietos y concentrados en cada uno de los ciclos sonoros.
Lucrecia se acercó a Julio y le murmuró algunas cosas al
oído. Éste reaccionó con otros comentarios. Héctor se levantó y fue al
sanitario. Mientras tanto, Horacio y su compañera Ofelia estaban manipulando los
aparatos y proyectando imágenes en el cielo raso y en los otros muros. Después de
haber escuchado a Pierre Henry, comenzó a sonar Schaeffer.
Me ha comunicado Horacio Bustos que en la última sesión se sumaron otras propuestas estéticas.
A la música y a la actuación de textos
poéticos –escribió Horacio en un e-mail-,
se han sumado danzas y pintura aleatoria, así como diálogos que versan en torno
a la vida y el mundo de los sueños.
Por otra parte,
debo decirte que Ofelia se ha largado a Brasil. Me ha dejado con Equistrá [el hijo de 13 años] y Amaranta [de nueve] . Ha preferido el mar de allá y las manos y
el pensamiento de Sebastiao, un arquitecto que trabaja para grandes compañías
internacionales. Tengo, entonces, casi dos años sin saber más nada de Ofelia.
Pero esto no es lo
grave, Bocanegra, lo grave es que me han echado como un perro del departamento de música y estoy
como quien dice con los últimos pesos en el cajón de los ahorros. Te cuento
todo esto por si sabes de alguien –conocidos tuyos de Austin- que
esté interesado en comprar algunos cuadros de Campos
Cabello o de Fernando de la Mora, algunos acetatos (tengo
precisamente música de Julián Carrillo y de otros compositores mexicanos) o manuscritos
de nuestro poeta maldito Enrique Macías.
Te hago llegar una muestra del trabajo de Campos Cabello y de Fernando de la Mora para que lo dejes ver entre las gentes de allá.
Te hago llegar una muestra del trabajo de Campos Cabello y de Fernando de la Mora para que lo dejes ver entre las gentes de allá.
Esto es de Fernando de la Mora.
Esto es de Campos Cabello
Saludos desde este rincón de Guadalajara, Jal.
Interesante corriente estética. La música siempre se guía por corrientes un poco ambiguas y rebeldes. Un abrazo más beethoveniano que wagneriano!!
ResponderEliminarQué interesante todo, amigo!!
ResponderEliminarbesito
Gracias a ambas por su visita y por tan gentiles comentarios. Difícilmente la música estará afuera de mis pensamientos.
ResponderEliminarUn abrazo a ambas