No quería que lo viéramos, y por eso mantenía oculto el rostro en el beso con que aprisionaba a la muchacha. La mano, como la de un gigante, rodeaba con fuerza el cuello de ella.
Era como si la bestia deseara comerse a la bella.
Todo ocurre en un instante, aunque no lo comprendamos todo, incluyendo el instante mismo. Bocanegra
IA narrará historias fascinantes cantará tantos poemas y canciones como para una fiesta interminable a un lado suyo, rayaré los cristales de...
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Gracias por asomarte a este blog de instantes