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viernes, 6 de marzo de 2015

Hacia otra parte





Una secuela de sueño –de otro sueño- se interpuso en el diálogo.

En éste se hablaba de un viaje a Piedras Negras

De retenes y de amenazas de muerte.

En la secuela de sueño estaba otro paisaje

Otra ciudad que había sido abandonada por todos.

Quienes hablaban estaban sentados sobre el tronco

De un árbol tirado, muy cerca de las aguas de un lago en paz.

En la ciudad del sueño las voces y los gritos habían desaparecido.

En el agua los destellos obligaban a entrecerrar los ojos.

No muy lejos de allí, estaban las garzas tristes


Y varios perros que ladraban al viento.







2 comentarios:

  1. Qué tienen las ciudades abandonadas que nos sugieren tanto, que nos provocan esas emociones tan raras e intensas...

    Me encanta....

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  2. Me parece que tienen la ausencia que tanto inquieta.

    Gracias, querida amiga, por tus palabras.

    Abrazos

    ResponderEliminar

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