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miércoles, 2 de julio de 2014

El viaje







Esperaba.
Esperaba.
Ya estaría llegando a sus labios la palabra en que estaría escondida 
toda la belleza de la vida.
Mientras tanto, podía quedarse durante horas contemplando el cielo
a través de la ventana.
Podía escuchar el ruido de las hojas arrastrándose en el pavimento.
Una hora seguía a otro día, y otro día era como el momento aquel 
en que se quedó dormido 
soñando adentro del autobús que lo llevó hasta el fondo de la noche.
Ya no era el muchacho que fue y que ignoraba el paso de las horas 
y de los años.
Tampoco era el otro que despertó en la madrugada, 
después de un largo y obscuro viaje en el autobús de playa.
¿Cuántas horas tuvieron que pasar para despertar 
y saber que estaría extraviado para siempre?
Hoy es tarde, y sigue esperando a que ocurra el milagro.

Una palabra.
Solo espera eso. Una palabra.



1 comentario:

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