Amanece. Te levantas, sientes la suavidad de la luz y el peso de las sombras; sonríes, mirando por la ventana adonde están las jacarandas colmadas de flores lilas, maravillado de saberte vivo. Pero ocurre que ese mismo día, en los momentos previos a acostarte, mientras vas quitando los calcetines, experimentas el peso de no haber resuelto el problema que surgió en la tarde. Oyes todavía, como si estuviera a un lado de tu oreja, la voz del jefe gritando, reclamándote sobre el asunto que el señor Jiménez había presentado la semana pasada. Con mucha rabia, como si en ese instante se fuera el asunto del señor Jiménez, tiras el pantalón hacia donde está la silla y ves cómo resbala y queda hecho un bulto, y sientes que en ese bulto ha quedado encerrado el día entero, vacío y sucio, gastado inútilmente como tus viejas botas.
Todo ocurre en un instante, aunque no lo comprendamos todo, incluyendo el instante mismo. Bocanegra
Buscar este blog
miércoles, 28 de mayo de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Lo ignoro
¿Cómo estás? Me preguntaste. No te conocía, Y tú tampoco. No fue suficiente que me dijeras Hola Para expresar mi respu...
-
Era un animal enorme y lleno de bichos. Enfermo. Ni las tantas vacunas ni toda la gran cantidad de drogas pudieron alejarlo de todo el ...
-
Una frase que se quemó en la oración del amor Un amor que fue aroma de pétalos inexistentes ( ( (Así cayó el recuerdo de un presen...
-
Detenerse en el centro de un oscuro pasado Detenerse exactamente en el momento que nada está para inhibirlo Centro de ásperas capas ma...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por asomarte a este blog de instantes