Un sombrero en la cama
sin cabeza.
Un día sin ojos en la noche:
tumbados de sueño
en la arena.
Tú en la oquedad que deja el beso,
yo en el suelo que ampara
sin cuerpo:
la caída de las horas
la existencia.
Un reloj sin arena
y una historia en el limpio vidrio
de la ventana que tú dejaste
llena de preguntas.
En vano morir
lejos de ti
lejos de la misma cama
lejos de tu cuerpo
))) sin estar para qué.
Un día no salir a la calle
sin puertas
No estar en la esquina
en que desaparecimos hacia tantas tardes.
No ir mejor a ninguna parte.
No hablar ni escuchar
más que el paso de las nubes
el paso de las cosas que se quedan
quietas en su día:
))) sin horas, sin ventanas,
sin polvo, sin historia.
Pero qué bonito, amigo!!
ResponderEliminarEstupendo poema para una tarde de verano!!
Abrazos