¿Oyes el paso último de los días?
En la boca del infierno
Un sol negro hasta el regreso
Me acompañaría.
No sería más la montaña en que se aposentaría su sombra.
Demasiados años fueron haciendo que la piedra acabara
en el polvo de las manos.
Ahora:
la piedra había sido abandonada a su suerte de lluvias.
Ahora:
la piel de las cosas me hacía pensar en el reciclable y la pérdida.
No sería más la voz en que la tesitura oscilaría
Entre los laberintos de orejas temblorosas
y ojos desbordados.
En lugar de intervalos, de preguntas
y de informaciones derivadas
por los circuitos, en apariencia, del eterno retorno,
el flujo estaría en cascadas
provenientes de múltiples universos
estallados por las fuerzas de la vida.
En la no materia estará el próximo
sueño de los niños que amanecerán
lejos de cualquier verdad.
lejos de cualquier verdad.
Curiosa mezcla de sensaciones, somos piedra y polvo no hay más. Un abrazo
ResponderEliminari-La que canta con Lobos: Así es, somos piedra y polvo, y una grieta llena de sueños y esperanzas.
ResponderEliminarAbrazos agrietados
¿que fuimos primero piedra o polvo? ¿hacia donde nos llevan las pasiones que nos arrastran? Me ha gustado mucho tu entrada porque a nadie puede dejarlo pasivo.
ResponderEliminarun fuerte abrazo
fus
Somos polvo porque por culpa de uno que se le marcho a nuestro padre, aquí estamos y a veces somos piedra por lo cansinos que solemos ser con los problemas de la vida y que una y otra vez machacamos a nuestros prójimos con nuestra quejas.
ResponderEliminarLa vida es mejor que esto y tenemos que tener actitud ante ella.
Lo de infierno o cielo esta en nuestra forma de vivir, en nuestro interior.
Y te aseguro amigo que somos lo que proyectamos en la vida.
Un abrazo, es la primera vez que entro y espero no sea la ultima.
Qué curiosa y bonita entrada amigo. Siempre tan original e intenso.
ResponderEliminarBesos
Miette
Gracias, Fus; en tu pregunta está la respuesta.
ResponderEliminarSaludos
Gracias, Vicente Rubio, por tu reflexión y por entrar a este mundo de instantes. Serás siempre bienvenido.
Saludos
Querida Miette, siempre tus palabras son puro oxígeno para la existencia de este instantario.
Abrazos