La
sensación de pensar
Y de
ir, otra vez, a esos sitios
Desconocidos.
Otra
vez caer en el asombro
Y
levantarse con los ojos llenos de oquedad.
La
sensación de partir
Una
vez y para siempre.
Un
sueño
Del
que nunca más saltar ni medir la altura
De las
paredes con la sombra de un cuerpo.
Engañando
hasta las piernas
De ir,
otra vez, a esas zonas que no hay tan cerca
Ni tan
lejos.
Otra
vez partir
O
continuar
Y no
regresar jamás
Con
las manos abiertas.
Partir
O
continuar
Pero
no volver
Ni
cerrar las manos
A esa
hora en que todo se desbarata
En las oquedades del
silencio.