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sábado, 7 de mayo de 2016

Como una mosca






Encerrado en varios libros, sin hallar la salida a ninguna hora. Con los argumentos rotos en mi dodecafónica existencia, inferior o sin fuerza para oponer resistencia a nada que no fuera el tránsito de muchas voces y pensamientos. Apenas si podía levantar la cara después de tanto ir a velocidades de un supersueño que se desbarataba pronto, con cada pestañeo nervioso, con miedo a deshacerme en los remolinos de los ecos que sucedían tempestuosamente. De hecho, la sensación se hacía en el no estar seguro dónde mis pensamientos iniciaban o terminaban destruidos. Todo era como un teatro a oscuras, colmado de un nocturno resbalar hacia el silencio.
        
    Después, el afuera desapareció. Y yo terminé hundido en una realidad sin fronteras reales. Allí estoy, con los nervios electrizando las fragilidades de mis órganos, aterrado como una mosca al estallar la luz de una bombilla en plena tarde.  


            

2 comentarios:

  1. Hola, me gustó mucho la lectura y en conjunto con la música llegan al alma, debo decir que tus palabras expresan muchos momentos en que me he sumergido durante mi vida, gracias por poder leerte.

    Nota aparte: no sabía que era dodecafónica, gracias por impulsarme a aprender algo nuevo para mí.
    Cariños

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  2. Gracias, Allison, por tus palabras, y también por leer esta zona del instantario.
    Abrazos musicales

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Gracias por asomarte a este blog de instantes

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