Buscar este blog

jueves, 31 de diciembre de 2015

Contrapuntos




Afuera el ruido alegre de los colores y sus formas apresuradas.
Y acá en el interior de la casa:
Los comensales rompían la quietud de los cuerpos con risas, en la mesa,
Con golpes de vidrio, en las pupilas, con raspones en la porcelana de los platos,
Con voces que saludaban a todos con la copa en alto.

No muy lejos de acá, a un perro lo tenían adornado con cuerdas
Saturado  de fuegos pirotécnicos.
Precisamente allá, en medio de la calle y de sus formas apresuradas
Con la luna más redonda que nunca:
Un muchacho le había puesto fuego a las cuerdas que adornaban al perro.
Y el perro comenzó a llenarse de fuegos pirotécnicos
Y de explosiones en todo el cuerpo.

En otra parte de la ciudad
Adentro, muy adentro del cuerpo del vagabundo que dormía
Sobre la banca  de esa plaza desolada, fría y con la luna enorme en todo lo alto,
Allí el silencio estaba colmado de misterios, hasta de sueños y de pesadillas.

Imposible que al vagabundo lo despertaran los ladridos del perro que saltaba
Entre tantas explosiones y tantas luces y tanta celebración de los muchachos
Que gritaban de ver todo el dolor que le habían provocado a ese perro callejero.
Imposible que el vagabundo despertara ante la agonía

Del perro callejero que acabó tirado, chamuscado, muerto en la madrugada.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por asomarte a este blog de instantes

Artes apocalípticas

no merecimos un mundo mejor el color de la sangre en los ríos o mejor los ríos de sangre la peste cadaverina en las calles estornudos en ser...