Había
pensado en alguien, o en algo tan grande e ilimitado como un abstracto. Había pensado
que sería puntual, entero y fuerte para no perderse en rutas absolutas y con
fines indudables.
Ya no
sé si me interesa comunicarlo. Está todo tan lleno de gritos y de explosiones,
tan surtido de odios feroces. Ya no sé ni estoy seguro si ese alguien en quien
he pensado existe o ha dejado de existir. Hace tanto tiempo que nació en mí la
idea de pensarlo, pero ahora no, ya no podría pensar lo mismo.
Algo
así podría suceder con mi aliento y con mis sueños. Estaré callado y despierto,
sin pedir ni decir buenas noches a nadie. Estaré como un sonámbulo hasta más no
aguantar la luz de los días. Me pregunto si podré caminar en las noches sin
riesgo a caer destrozado por las granadas de todos ellos, de quienes se dice
que son crueles y despiadados.
Me calma
saber que están ahí las paredes, tan tranquilas para recibir las palabras que
me angustia saberlas allá, abandonadas en los calabozos de otras bocas. Trataré
de alcanzar la calma de estos muros que me aguardan, ya después pensaré en
alguien o en algo más grande que todo esto que me apachurra el pecho y la
garganta.
Curiosos y profundos textos, amigo. Siempre me haces pensar, quizás ahora más que nunca. Qué tienes en la cabeza? Me gusta como mezclas la reflexión entre las líneas.
ResponderEliminarAbrazos profundos
Querida amiga, tú, como creadora que eres, sabes bien lo que se aparece de pronto entre los dedos que escriben y la mente que lo concibe, y más allá de los dedos y la mente, aún sigue existiendo todo eso que impulsa a seguirlo, hasta casi convertirlo en algo inalcanzable.
ResponderEliminarGracias por tus apreciaciones.
Abrazos hasta allá