Buscar este blog

domingo, 15 de febrero de 2015

Sin nombre









De ninguna casilla y en ningún costal.

Cada instante una revoltura haciéndose con las manos de todos y de nadie.

Sin nombre identificatorio. Un pensamiento. Otro lejos de aquí para ser atraído.

Otro ritmo que se rompe en las cuerdas de los cuerpos yertos. Vacíos.

Vacíos los cuerpos. Yertos. Enfermos de imposibles.

Nada para ser pronunciado de forma contundente.

Nada. Nada. Nada. Eso es. Nada.

Boca abastecida por futuros inservibles.

Inútil pronunciarlo de otra manera.

           Hastío. Cansancio de estar en la misma esquina.

            Tirados en los huecos / abandonados por cadávares.

Silencio. Silencio. Silencio. No hay alguien para desmentirlo.

            Sin reparaciones.

A la intemperie el rostro de la enfermedad.

Prescripción fallida, como ocurre siempre que se olvida la palabra precisa.

Otra vez otra noche.

Otro hueco otra vez entre los dedos que se abren al aire.

Nada. Silencio. Las bocas apretadas a otras bocas sin palabras.

A la intemperie. Sin reparaciones.


Nadie está aquí para decirlo de otra manera. 



2 comentarios:

  1. Qué grandes momentos tienes, qué maravilloso eso que dices "Enfermos de imposibles". Bello, muy bello, amigo.

    Besos a la intemperie

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, querida amiga. Es tu sensibilidad la que resulta fundamental para encontrar lo que lees en mis instantes de palabras.

    Abrazos

    ResponderEliminar

Gracias por asomarte a este blog de instantes

Con el ruido quemando mi lengua

hace algún tiempo que se me perdió la semántica de palabras como escritor poesía arte conocimiento y otras que mejor dejo solas  en su forma...