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miércoles, 28 de mayo de 2014

Casi un día




     Amanece. Te levantas, sientes la suavidad de la luz y el peso de las sombras; sonríes, mirando por la ventana adonde están las jacarandas colmadas de flores lilas, maravillado de saberte vivo. Pero ocurre que ese  mismo día, en los momentos previos a acostarte, mientras vas quitando los calcetines, experimentas el peso de no haber resuelto el problema que surgió en la tarde. Oyes todavía, como si estuviera a un lado de tu oreja, la voz del jefe gritando, reclamándote sobre el asunto que el  señor Jiménez había presentado la semana pasada. Con mucha rabia, como si en ese instante se fuera el asunto del señor Jiménez, tiras el pantalón hacia donde está la silla y ves cómo resbala y queda hecho un bulto, y sientes que en ese bulto ha quedado encerrado el día entero, vacío y sucio, gastado inútilmente como tus viejas botas.

 

sábado, 17 de mayo de 2014

La cuestión





A partir de ahora no habrá archivo. Si existe el fondo para la memoria posible, podrá ocurrir más en el sentido de la aparición que en el de la evocación. Increíble será escribir para tratar de borrar las nubes que llenan de estupor el pensamiento. 

Surgiría la cuestión fuerte que hace pensar en el antes y en el después de esa hora de poderosas dudas. En la cuestión ya estará apareciendo lo que antes habrá sido tan sólo una figura del pensamiento que jugaba con fuego pero sin haberse atrevido nunca a más. Juego divertido que hacía caer perfectamente en los campos del divertimento superficial, aunque ameno para pasar el tiempo detrás de una ventana llena con todo el afuera colmado de cuerpos ejemplares, o bien, cuerpos para hacer ideas fenoménicas. 

((( Me parece que la fenomenología ejerce una gran fascinación para hacer sombras en los muros de otros dédalos; sombras que no van más allá de la pantalla interna del pensamiento, aunque a veces parezca que están precisamente en el ensayo o en la reflexión filosófica, esto es, que hacen creer que son existencias del afuera, pero que en realidad no son otra cosa que sombrías existencias del adentro de quien ha hecho ese trabajo fenomenológico en la escritura o en el discurso adentro del aula. Obra de un para-sí cuyos límites quedan dentro de los vidrios de la reflexión de un autor integrado a su propio mundo, a veces o casi siempre, pero casi ajeno y desintegrado para el otro, para el de afuera. )))

Presentar la cuestión es, quizás, más amenazante que las dos o tres respuestas que por ella se esperaría ofrecer. Pero para quien se ha pasado largo tiempo acariciando el lomo de la bestia dormida, jugando a pensar en jardines y en playas, por donde el tiempo de vivir no conlleva necesariamente el tiempo de morir, cuando cae en la cuenta de que un peso de más en la caricia puede hacer que la bestia despierte, viene a ser tanto como encontrarse ante la posiblidad de acabar, de una vez por todas, con todo eso en lo que se ha estado jugando tanto tiempo.

En este mundo cada vez más saturado de energías que buscan cargar (llenar) las arcas que -se cree y se piensa- asegurarán el tramo de una vida con placeres al máximo, es un contrasentido pensar en el desgaste que exhibe todo aquello que parece y aparece como inútil. Resulta inútil pensar en la existencia del ser humano, pues el ser humano ha dejado de ser esa existencia que estaba allí para ser mejorada, esto es, educada. Aunque no hay voz de candidato político en el mundo que no profiera en su campaña el valor que tiene la educación para hacer posible el cambio, no hay tampoco ser humano que esté adentro de ese proyecto educativo; lo que hay, cuando mucho, son cosas simples en la mente de ese candidato a las que, según él o ella, se puede colocar en el monto de las cantidades que dan vida a los números. Hoy calcular es mucho más importante que acariciar la luz de todos los días.

En una película francesa cuyo título desconozco, uno de los personajes le dice a otro: "Si tuvieras que arriesgar la vida por algo, ¿por qué cosa lo harías?" Esta cuestión vino a intensificar la hora de las poderosas dudas en que había estado viviendo con los temblorosos dedos sobre el lomo de la bestia.

Fue de madrugada cuando surgió la otra cuestión -en un sentido más o menos semejante al planteado por aquel personaje- que me haría salir de cama para no dormir durante varios días, la dibujé en letras grandes sobre una hoja de papel, tal como lo habría hecho si hubiera tenido que pintar un cartel o un anuncio.

Después de haber pintado la cuestión, la puse sobre la pared que está frente al escritorio. Allí la mantengo y la mantendré hasta que el tiempo acabe con ella. 

miércoles, 14 de mayo de 2014

De lo lejos



ya lo lejos se ha ido y ha quedado un cofre

lleno de nada

se ha ido en el último traje de los buenos días

de las buenas tardes

y el hasta pronto incierto

jamás resuelto en las lindes de lo verdadero

hoy el aquí es un ahora suave y callado

pleno de hojas verdes

con un tronco que recuerda eternidad

con un ahora que no extrañará jamás

ni el ayer ni el día siguiente

ya lo lejos se ha ido

se ha ido

ido

ido

lejos

sábado, 3 de mayo de 2014

Entre cielo y tierra






Una piedra entre cielo y tierra.
A veces el colorido abundante de las aves
El agua secándose a veces  en la herida.

El ensueño debajo de la piedra
Como una sombra helada el mar de aves
Como un altercado de horas
Como si en ese entonces todo se iluminara.

Lodo que fue polvo antes de la noche.
Aroma seco de árboles sin fruta.
Un viento / una flama que atiza el recuerdo
Y la aurora de guitarras quemadas en los dedos.


Con el ruido quemando mi lengua

hace algún tiempo que se me perdió la semántica de palabras como escritor poesía arte conocimiento y otras que mejor dejo solas  en su forma...