Si te
contara, Libre, lo que no deja de ocurrirme a cada hora, es probable que te
diera una risa de incredulidad, una risa como aquellas que empachan el ánimo y
nos dejan con náuseas por mucho tiempo. Si te contara cómo ha venido deshaciéndose
la sombra de los dichosos días en que
iba crédulo por el mundo de las promesas, si te lo confiara con todos sus detalles,
acabarías loco de pena.
En otra
época me habría ido por las calles con el mejor pensamiento acariciado por
todas mis deudas. Pero hoy no hay más calles que me quiten la inquietud,
tampoco hay pensamientos que me hagan sentir deudor de nadie. Hoy, por el
contrario, lo que asoma en el desierto de mis labios es el nunca de otras veces
guardado en secreto, es, incluso, el nunca que yo había creído sepultado.
Así a
veces me ha sucedido, que lo mejor se trueca en una ignominia que estalla dentro de mis
huesos, y no hay ventana abierta para extraviarme, no hay infinito que deshaga
el límite de los dedos en que casi siempre se diluyen los olvidos.
Si te contara,
Libre, todo lo que se me ha ido ya en este instante …
Libre eres en tus palabras como nos enseñas maravillosamente en cada uno de tus textos...cada día más bellos, cada momento más profundos.
ResponderEliminarBesos en libertad
Gracias, querida amiga. Sin libertad, es muy difícil que suceda el arte.
ResponderEliminarUn abrazo