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viernes, 14 de noviembre de 2014

Nunca sepultado







Si te contara, Libre, lo que no deja de ocurrirme a cada hora, es probable que te diera una risa de incredulidad, una risa como aquellas que empachan el ánimo y nos dejan con náuseas por mucho tiempo. Si te contara cómo ha venido deshaciéndose  la sombra de los dichosos días en que iba crédulo por el mundo de las promesas, si te lo confiara con todos sus detalles, acabarías loco de pena.

En otra época me habría ido por las calles con el mejor pensamiento acariciado por todas mis deudas. Pero hoy no hay más calles que me quiten la inquietud, tampoco hay pensamientos que me hagan sentir deudor de nadie. Hoy, por el contrario, lo que asoma en el desierto de mis labios es el nunca de otras veces guardado en secreto, es, incluso, el nunca que yo había creído sepultado.

Así a veces me ha sucedido, que lo mejor se trueca en una ignominia que estalla dentro de mis huesos, y no hay ventana abierta para extraviarme, no hay infinito que deshaga el límite de los dedos en que casi siempre se diluyen los olvidos.

Si te contara, Libre, todo lo que se me ha ido ya en este instante …



2 comentarios:

  1. Libre eres en tus palabras como nos enseñas maravillosamente en cada uno de tus textos...cada día más bellos, cada momento más profundos.
    Besos en libertad

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  2. Gracias, querida amiga. Sin libertad, es muy difícil que suceda el arte.

    Un abrazo

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Gracias por asomarte a este blog de instantes

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