Ya podrán
darse cuenta que te has ido. Ya no te verán por las noches tocar las puertas de
la realidad ni escucharán el paso justo de las sombras trepándose hasta lo más
alto de los muros.
Habías
pensado en el cielo de aquellos días, suspendido en los hombros de las nubes,
ajeno al color de las palabras. Y regresaste al punto de las horas en que
habías decidido abandonar la mesa en que habías estado dibujabando los
contornos de esa boca, que decía.
Ya
podrán darse cuenta que te has marchado. Ya no te verán por las mañanas
levantando las basuras ni conocerán nada que no esté asegurado por los
encabezados de los diarios.
De nuevo
el cielo estaba encima de los hombros de otras nubes, suspendido en los huecos
que hacían las ramas. Ya tampoco eras tu mismo, pero estabas contento de la
aparición de esas grises sombras.
Había sido un
deseo, y la imagen de ese deseo que se esfumó en los labios de la boca que hubo
dicho:
Ya no
estarás en parte alguna…
Mirando
las nubes, se te vino a la garganta la sensación del no ser, y encontraste en
ellas el secreto…
No hay
para qué decirlo, o de lo contrario habrá que borrar todo lo que arriba ha sido
comprendido.
O o o o o o O O O O O o o o OOOOOOOOOOOOOOOOOO / / / / /
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