Pintar
con carbón la palabra noche.
En
hojas blancas de libreta azul:
Llenar
el hueco que se hace:
entre
paralelas líneas
con formas que recuerden
el soplo suave de madrugada
hasta
el más profundo
desconocimiento.
Entre
el color oscuro
de la palabra
noche
y el
hueco lleno de madrugada
( ( ( ( de soplo suave
Miraré
el texto
que
mano ajena extrajo
-de
algún libro de sueños
y en él, quizá,
estará
el futuro de otros días
que no viví
o
estará el pasado revuelto
de palabras que borraron
-de aquellos labios-
alas y encantamientos..
Después
no habrá nada que pintar:
ni qué llenar
ni qué mirar
ni qué esconder.
Sin
alegría todo se mostrará
callado
y negro
como la noche
Ajeno,
desde entonces,
a
la palabra noche.
Nocturidad arrebatadora....
ResponderEliminar