Más que una sensación, es una idea pegada a las cuevas
cerebrales. Como ocurre con esta clase
de fenómenos -de explicación innecesaria-, todo inicia en un momento cualquiera,
mas no estoy seguro que esto mismo pueda ocurrirle a cualquier persona. En mi
caso, el fenómeno comenzó poco antes del oscurecer. Estaba yo mirando el gato que subía y bajaba las escaleras de la
casa a la velocidad de los gatos enloquecidos por la soledad y el hambre,
cuando experimenté en la punta de los dedos la frialdad que nace tras haber
tocado la superficie de un hielo. Fue una frialdad muy local, al grado que en
esa zona de los dedos fue haciéndose un hueco como del tamaño de un ojo de paloma.
Otro día en la
tarde, tras haber dormido la siesta, los agujeros en las yemas de los dedos se
habían profundizado. El frío había hecho destilar todo el hielo hasta los
nudillos, y no había guantes que cubrieran la sensación de pérdida. Luego, lo
que siguió estaba no ya del lado de las manos sino en lo más profundo de la
mente. Era ya, ahora sí, la idea pegada a las cuevas cerebrales.
Ya no había gato
negro corriendo enloquecido por las escaleras de la casa, lo que había era el
cuello de una tortuga abierto y colgando de una rama cobriza de árbol seco, y
unas manos, las mías –creo- flotando sobre un charco de sangre negra.
Lo que se diga
sobre esta idea –o macabra imagen-, a modo de explicación, acaba siendo
innecesaria, inútil completamente. Ahora veo que mis manos están realmente
cubiertas con guantes negros, pero siento que no son mis manos. Pienso que son
o que pueden ser las manos del asesino que acabó con la vida de la tortuga que
cuelga sobre la rama cobriza del árbol seco. Es esta idea la que está adherida
a las paredes de mi pensamiento, y esto, ya no es sensación de hueco en las
puntas de los dedos, ni hielo derritiéndose hasta el límite de los huesos. Es una
idea que se mantiene a pesar de todos los sueños y de todas las actividades
diarias en que me olvido de todo, menos de la tortuga y del charco de sangre
negra.
IMAGINA ESTO
IMAGINA ESTO OTRA VEZ
LUEGO
QUIZÁS NO PUEDAS QUITARLO DE TU MENTE
ESTÁ COMPLETAMENTE LLENO DE HUECOS
FRÍOS COMO UN TÉMPANO
Y NO HAY SOL
NI NADA
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