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lunes, 15 de octubre de 2012

Olvidarlo todo








Olvidaba la puntuación, a veces.

La palabra era más poderosa que la idea misma.

Pensaba una palabra. La escribía.

Pero al escribirla surgía otra palabra.

El pensamiento no dejaba de atrapar la mano en que escribía.


Después de varias palabras acomodadas, a pesar de tantos estrujamientos y magulladuras, surgía el bosquejo de una imagen. Era el momento de marcar los contornos de la imagen y convertirla en idea o en verso, en hecho posible o en pensamiento obscuro / místico.


Quienes lo conocieron, jamás imaginaron el silencio en que se miraba escribiendo a diario. 
Murió sin dejar huella. Se llevó toda la arena de las palabras. Supimos de su existencia sus hijos, pero no de las cajas llenas con cuadernos y hojas sueltas.


Habrá tiempo para olvidarlo todo -escribió. Y todo volverá a ser otro tiempo. Incluso otra memoria de ser.





3 comentarios:

  1. Sin duda vale la pena recordar lo que escribes, Bocanegra, porque posee una belleza y un significado que están muy por encima de lo común en este marasmo paradisíaco de internet.

    ¡Saludos!

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  2. Gracias, Carlos, por la fuerza que has puesto en tu comentario. Aprovecho el rumbo para decirte que, aunque no siempre dejo comentarios en tu blog, no significa que no he estado leyendo los textos que colocas alli.

    Un abrazo

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  3. Pisas fuerte en el mundo de las letras, admiro tus destreza en la narraciòn. Enhorabuena

    un saludo

    fus

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Gracias por asomarte a este blog de instantes

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