Nunca avisaba cuándo se iba,
y tampoco cuándo regresaba.
A papá lo recuerdo siempre de viaje.
Por él aprendí cómo es la ausencia.
Todo ocurre en un instante, aunque no lo comprendamos todo, incluyendo el instante mismo. Bocanegra
no merecimos un mundo mejor el color de la sangre en los ríos o mejor los ríos de sangre la peste cadaverina en las calles estornudos en ser...
Mi padre iba a trabajar a Francia cuando yo era pequeña, y lo echaba tanto de menos, que hacía como si estuviera en casa.
ResponderEliminarUn abrazo
En mi caso, Blanca, sólo te puedo decir que papá se iba, se iba, se iba.
ResponderEliminarUn abrazo