Buscar este blog

domingo, 20 de noviembre de 2011

Apagando miradas



NO ERA CALLE para ojos ni escalera para pies
no estaban flores en balcón
HABÍA CIELO moviéndose con grandes nubes blancas
en amplio y ahumado vidrio de ventanas
NO ESTABAN voces de niños gritando alrededor de esferas anaranjadas
con surcos negros ni había perros ladrando atrás de casas chicas con techos grises
NO HABÍA árboles ni enredaderas ni charcos de agua por lluvias
o por señoras lavando en tardes
HABÍA UNA torre dos torres tres torres muchas torres
había rumor de helicópteros todo el tiempo
TODA LA TARDE toda la noche toda la madrugada
había soldados en guerra
HABÍA MAÑANAS con cuerpos tirados en bolsas negras
HABÍA CABEZAS metidas en hieleras blancas sobre parques y avenidas
había periódicos hablando de muertos importantes en esquinas y otros cubos
HABÍA FERIAS de libros premios internacionales adentro de edificios modernos
alfombras rojas y actrices y actores contentos en teatros de mucha fama y esplendor
HABÍA VIDA ALEGRE aplaudiendo en el silencio inmortal de los cuerpos de cartón piedra
había risa de bocas llenas de color
llanto de otras noches
tantos destazamientos
tantos deseos de matar a todos
tantas torres tantos helicópteros
TANTOS GRITOS de fuego y piedras y explosiones
NO HABÍA campo de fútbol ni pelota ni muchachos corriendo
ni muchachas caminando guapas creyendo estar en pasarelas
NO HABÍA señoras platicando acodadas en barandales blancos
HABÍA patrullas militares y hombres armados hasta los huesos
había NO HABÍA
no había
HABÍA
UN NIÑO solo atrás de un vidrio sucio de ventana rota
una moneda junto a latas de cerveza a media tarde
UNA LOCA apretando la muñeca como a su hija
había no había en fin otra carretera OTRAS MUERTES
de noche de madrugada de mañana de día de tarde
olor a sangre OLOR A MIEDO olor a muerte olor a mierda
una hora un secuestro dos horas MÁS SECUESTROS
tres horas más muertos cuatro horas más secuestros
un día y otro día y más días y
había
no había
no había más corazones contentos
había
llanto
silencio
ANGUSTIA
no había no había NO HABÍA CALLE PARA SEGUIR VIVIENDO
había
no había
HABÍA MUERTE A TODAS HORAS
a todas horas a todas horas a todas horas muerte
no había vida no
no había no
había muerte solo muerte solo muerte había
nada más que muerte
pero YA NO FLORES DE OBSIDIANA
ya no caballeros águila
ya no chillar de dardos ni escudos abriéndose como flores
ERA OTRA MUERTE la muerte de estos días
otros corazones en otras torres
otras torres para otro cielo
OTRAS ÁGUILAS OTROS TIGRES
sólo helicópteros  en vez de luna
sólo silencio apretando gargantas
y una astilla de fuego apagando miradas
CON TODA LA AUSENCIA DE CANTOS Y FLORES
apagando miradas
MIRADAS APAGADAS

2 comentarios:

  1. e inciertos vivos apestaban más aun que los muertos...

    Pareciera que tus ojos andan narrando por estas calles de putrefacción y canibalismo, de miradas que acechan y matan y apagan otras miradas...

    Un abrazo de esos que traen la calma, estimadísimo.

    ResponderEliminar
  2. Es tal vez que hasta acá llega el hedor de tanta muerte, mi estimado Eze. Es por esto que veo con los ojos del olfato, con los ojos del alma y con todo el presentimiento atraído por los vahos de la cadaverina.

    Un abrazo, pues, y que todo vaya de película en tus manos y en tus ojos, pero de película dirigida con tu cámara.

    ResponderEliminar

Gracias por asomarte a este blog de instantes

Artes apocalípticas

no merecimos un mundo mejor el color de la sangre en los ríos o mejor los ríos de sangre la peste cadaverina en las calles estornudos en ser...