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miércoles, 16 de noviembre de 2011

Adentro de un sueño


Hubo un día en que durmió y ya no salió del sueño.
     Fue su padre quien primero se dio cuenta que no estaba o no parecía ser el mismo que antes. Un día, durante el desayuno, le había preguntado una cosa tan simple como las que se acostumbra decir a diario.
     Pero el muchacho, quien estaba adentro de un sueño, lo que hizo fue ponerse a saltar cual si fuera un canguro.
     Otro día, poco antes de oscurecer, su padre le gritó que dejara de hacer el loco, que le dijera de una vez por todas qué estaba sucediendo.
     El muchacho se levantó de la mesa y se tiró al suelo, y como un gusano comenzó a arrastrarse hacia su habitación.
     Madre e hijas, contrarias a la actitud del padre, soltaron la carcajada y se pusieron a perseguir al muchacho como si se tratara de una víbora a la que hubiera que estar vigilando y cuidando para que no pasara a ninguna de las habitaciones.
     Apenas había entrado en el cuarto, el muchacho cobró la posición de los vertebrados y se echó a aullar como un lobo. Fue en ese momento que las mujeres dejaron de reírse y se miraron las unas a las otras como preguntando: “¿Qué está pasando con mi hermano; qué está pasando con mi hijo?”
     Regresaron a la mesa, serias y consternadas por lo que acababan de ver y escuchar.
     Papá preguntó a mamá:
     -¿Habrá usado droga y por eso se ha vuelto así?
     La madre no dijo nada. Fue una de las hijas quien habló.
     Dijo:
     -Más bien creo que los libros que lee lo han trastornado.
     -Es una tontería creer eso –reaccionó la madre.
     -Y entonces ¿qué piensas tú que es? –cuestionó papá.
     -No lo sé. Pero lo que sí sé es que hay que llevarlo mañana mismo a con el psiquiatra.
     Después de llegar a esa conclusión, continuaron cenando en silencio y sin buscarse la cara.
     Mientras tanto, en el cuarto del muchacho, la vida proseguía adentro de un sueño.

2 comentarios:

  1. Muy chulo, y diferente a las propuestas anteriores!!
    Me gustan las historias dialogadas..me gusta la idea del gusano.

    besos

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  2. Gracias, Miette. Me alegra que te haya gustado esta breve y extraña historia familiar.

    Besos

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