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martes, 11 de octubre de 2011

Demasiado tarde



En el grito el viento helado
De un vacío colmando el pecho,
Fuera de tarde o de mañana
El puño de sus labios pegaba fuerte
Hasta ponerlo de rodillas con las manos
Frías, entumecidas en la cara.

No había cómo evitar el golpe
De ladrillos en que se derrumbaba el miedo,
Ni cómo hacer creer, a sí mismo,
Que los días traerían caricias, besos de muchas tardes,
Horas de muchas playas y descubrimientos.

No había cómo borrar todo el odio
Que impulsaba el golpe hasta la nuca,
Ni cómo acallar el brutal grito
Que acompañó tantos dolores,
Tantas palabras tiradas con desprecio.

Ya es tarde, demasiado tarde,
Para sacar todo el terror
Que la piel asimiló hasta en los sueños,
Esos sueños en que no dejó de haber perros negros
Disputando las vísceras
Entre espesos charcos de excremento.

6 comentarios:

  1. Hace poco soñé con perros. Cuidaba a un cachorro! Un poema muy sentido, se agradecen tus visitas y tus palabras. un abrazo en la distancia.

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  2. i-La que canta con Lobos: Gracias, también, por tus palabras y por tu visita. En el perro está toda una carga emocional poderosa, la cual se nos viene encima, generalmente, desde el mundo de los sueños.

    Abrazos

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  3. A este paso, vas a conseguir que me aficione a la poesía y todo. El que más me ha gustado a sido el último párrafo, voy a continuar leyendo, que veo que me he perdido varias entradas. Un abrazo.

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  4. Gracias, Daniel, por tu visita. Ojalá que la poesía te toque, porque cuando esto ocurre, el mundo empieza a sostenerse y a sostenernos -definitivamente- en la punta de una aguja.

    Saludos

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  5. El perro puede ser el ser màs fiel. Que el más fiel sea una amenaza es ciertamente una carga emocional poderosa. ¿Por qué el perro se convierte en un ser feroz? Tal vez la respuesta no interesa, tal vez lo único que trasciende es su residuo, este poema en que haces temblar, hasta desaparecer, el amor y la belleza.

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  6. Agradezco tu aguda observación, Patricia. En el perro hay gran cantidad de historias, tantas que por eso se le ha considerado el "mejor amigo del hombre", o sea que ni el hombre es el mejor amigo del hombre, sino el perro.

    Abrazos

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