I
Una furgoneta blanca en la noche,
una inmensa nube a lo lejos,
más allá de ella
un mar quieto, espeso:
sinfonía de aromas para tu aliento.
II
Tierra y bosque, contrapunto de luciérnagas,
incontables miradas sobre troncos,
pulpa de emoción, cielo abierto,
bocas como abrazos que te llevan.
III
Cantos en boca de niños
con hormigas rojas pululando
a la sombra de hojas y guijarros.
Delirante pensamiento
entre abismos de libélulas
y un eco siempre de pasos
que atraviesan multitudes
de cuerpos que levitan
desnudos sobre océanos
quietos
transparentes.
IV
Al despertar
un trozo de sueño queda
suspendido en la ventana
por donde el sol y una mariposa
tiemblan.
Me gusta mucho la parte IV. Es un final perfecto y me deja un poso de nostalgia dulce. Precioso de verdad.
ResponderEliminarGracias, Blanca, tu lectura y comentarios serán siempre un aliciente para este instantario.
ResponderEliminarSaludos
Suena a infancia y cuento de hadas.
ResponderEliminarMe gusta.
"Tierra y bosque, contrapunto de luciérnagas" PRECIOSIDADES DE ENSOÑACIONES... ME HA ENCANTADO, ENHORABUENA POR PALABRAS CON TANTA FUERZA. UN ABRAZO!
ResponderEliminarmientrasleo: el ser que llevamos se alimenta del niño que anida en las raíces de la vida que nos impulsa a diario. Gracias por tu atenta lectura.
ResponderEliminarSaludos
i-La que canta con Lobos, nunca terminaré de agradecer tus puntuales palabras.
Saludos