Sin nada más que el deseo
de construir ventanas y clausurar torneos.
Sin nada más que labios
para besar los labios de Ella.
Sin nada más que sueño
de abrir una concha y sustraer la perla.
Sin nada más que las manos
sucias de noche y pesadillas
enfermas de alucinación
para correr con ellas hasta el sur.
Sin nada más que todo el momento
de los instantes para continuar durmiendo.
Sin nada más... ha sido como un suspiro y al mismo tiempo un grito.
ResponderEliminarMuy bello
Un abrazo!!!!
Gracias, distinguida compañera de rutas poéticas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo